Lavavajillas profesionales: ¿Por qué no merece la pena ahorrar en gastos?

En el sector de la gastronomía y la hostelería, los lavavajillas tienen que ser una cosa por encima de todo: fiables. Los aparatos deben hacer que los cubiertos y vasos resplandezcan minuto tras minuto, durante semanas, meses y años. A ser posible, sin fallos. Además, si surge un problema técnico, el servicio de atención al cliente debe acudir rápidamente. Solo entonces se puede hablar de una inversión rentable.

La empresa MEIKO es consciente de esta responsabilidad. El especialista en tecnología de lavavajillas de Alemania fabrica lavavajillas elogiados por gastrónomos de todo el mundo por su fiabilidad y durabilidad. Esto lo recalca, entre otras cosas, el premio "Mejor marca 2017/2018", que la revista de la Asociación de la Industria Alemana de Hostelería y Gastronomía otorgó al fabricante en diciembre de 2017.

¿Qué convenció a los responsables de la decisión? Además de la calidad del producto y del servicio técnico al cliente, también el asesoramiento competente e integral, en el que expertos desarrollan soluciones a medida con ayuda de software de planificación y tecnología CAD.

Pero la fiabilidad no es el único criterio para una inversión rentable. En una época de precios crecientes de la energía y el agua, la eficiencia también juega un papel clave, especialmente en grandes hoteles y restaurantes, donde los aparatos se emplean de forma permanente.

La ventaja del precio de adquisición desaparece rápidamente si los aparatos resultan ser grandes consumidores de energía y agua en el día a día. Por otro lado, los lavavajillas profesionales de última generación son verdaderos campeones del ahorro. Gracias a ciclos cortos de lavado, no solo consumen poca electricidad y agua, sino que también ahorran detergente y abrillantador.

Unos costes de inversión ligeramente superiores se compensan fácilmente con los recursos ahorrados. Posteriormente, los bajos costes de explotación garantizan un mayor beneficio. Además, la empresa contribuye también a proteger el medio ambiente.

No hay nada peor para un restaurante u hotel que un cliente se queje de la limpieza y la higiene. Estos dos factores juegan un papel fundamental en relación con la satisfacción del cliente y la competitividad a largo plazo.

Los lavavajillas tienen que funcionar a la perfección: están prohibidos residuos de grasa, proteína y almidón en platos, cuchillos y tenedores o rayas en copas de vino.

En este punto, vale la pena pararse a mirar: ¿Qué equipamiento tienen las máquinas para conseguir unos resultados de lavado perfectos? El tratamiento del agua suele estar integrado en máquinas profesionales de primera calidad. Aunque son un poco más caras, los resultados de lavado son excelentes y las empresas disfrutan de la sensación de que su buena reputación está asegurada: todos los comensales siempre tienen cubiertos, platos y vasos limpios.

Se avecina una noche en un restaurante totalmente reservado. De repente, un ayudante de cocina llama y dice que está enfermo. El hombro le duele tanto que no puede trabajar. Esto le pasa a cada vez más empresas: el número de días de baja por problemas ortopédicos está en aumento. El absentismo les sale caro a las empresas.

Esto hace que cobre una mayor importancia el diseño ergonómico del puesto de trabajo y que todas las operaciones manuales se lleven a cabo de una manera delicada para el cuerpo.

Muchos lavavajillas tienen un déficit a este respecto. Los operadores, por ejemplo, tienen que emplear innecesariamente mucha fuerza para abrir o cerrar los aparatos. No es así con MEIKO Un ejemplo: en el lavavajillas de capota M-iClean H, el empleado no tiene que aplicar fuerza para abrir la capota, sino simplemente tocarla. Esto reduce el riesgo de dolor de espalda y hombros y garantiza que los empleados estén más contentos y sanos.