Bar-Brasería-Restaurante De Oolderhof
La facilidad de uso es enorme y ya no tenemos que pulir a mano los vasos.
En 1990, Jan Theunissen heredó de sus padres el De Oolderhof, por aquel entonces un sencillo restaurante en una granja. Jan y su mujer Rosalie pensaban que el restaurante en Ool, cerca de Roermond, debía ser algo más que un bar de pueblo, en el que comer un bocado. Así que esta granja del año 1913 sufrió en los años sucesivos varias reformas. Hoy día, el De Oolderhof es un punto de encuentro culinario junto al río Mosa, con un bar, una brasería, un restaurante a la carta, ocho salas de reuniones, un centro de conferencias, un hotel con 29 suites y, en verano, un club de playa.
El éxito de la empresa gastronómica se basa, en parte, en la clara visión culinaria de Jan: «Uso máximo de inmaculados productos biológicos de la región. Sólo trabajamos con los mejores proveedores, que nos suministran buenos productos autóctonos. Gracias a ello, nuestra cocina puede afrontar con puntualidad los retos de una oferta que cambia cada día. Eso significa: puros, frescos, cosechados de forma honesta y, sobre todo, sorprendentemente buenos. La carne de cerdo, por ejemplo, procede de cerdos criados al aire libre en las Ardenas belgas, en donde una pequeña empresa cría los animales de forma tradicional. Lo singular de estos cerdos es su pienso: 100 % vegetal, y eso se nota en el plato. Nuestra empresa no utiliza pollos de engorde, sino pollos de corral. Nuestras chuletas no proceden de Argentina, sino de vacas que pastan en las praderas de Linne. Y procesamos todo el animal, incluidos los huesos, con los que se pueden hacer sabrosas salsas. Es como lo que se hacía antes en las granjas, el arte consiste en no desechar nada.» La gastronomía de alta calidad siempre fue para Jan su mayor pasión. Su sucesor Juul Theelen dirige el Oolderhof con esta misma pasión.
Cuando en el año 2017 se incorporó la brasería, este deseo de alcanzar un alto nivel culinario fue lo que llevó a Marcel Neuray de la empresa MN Gastroservice a recomendar a su cliente el lavavasos M-iClean UM+. «Sabía exactamente lo que necesitaban. La serie M-iClean U de MEIKO es la mejor del sector de lavavajillas y es perfecta para lo que representa el De Oolderhof. Calidad, durabilidad, rentabilidad, confort», según Marcel. Un año después se necesitó un nuevo lavavasos tras el bar. Juul Theelen pensó: «Sólo teníamos un deseo, tener la misma máquina que en la brasería». Y así se volvió a seleccionar un M-iClean U de MEIKO.
«Como restaurador trabajo en todos los puestos. Sirvo en fiestas, en el restaurante, en la brasería, estoy tras la barra del bar. Por eso es una gran ventaja si los lavavajillas son fáciles de manejar. Y efectivamente lo son. Todo son ventajas con esta máquina. También la limpieza es sencilla y sin complicaciones; todas las piezas azules se pueden desmontar para la limpieza. Nuestra empresa emplea a muchos aprendices y también ellos deben poder manejar los lavavajillas. Sólo tengo que enseñarles el manejo una vez y enseguida lo saben manejar ellos mismos.
"Otra gran ventaja es que ya no tenemos que pulir a mano los vasos."
Esto ahorra mucho tiempo y muchos paños de pulido. Yo mismo poseía un pequeño restaurante y cada noche me llevaba a casa los paños. Porque los paños de pulido no se deben lavar con la ropa normal, sino que deben ser lavados por separado. Pero eso es casi imposible aquí. Afortunadamente, en el De Oolderhof disponemos de los lavavajillas profesionales de MEIKO», según el satisfecho Juul.